20.1.09

Espero no ser el único que piensa en verano

A veces, cuando hace calor, imagino más de lo que me gustaría. Es como si el aire viciado activara un switch en mi cabeza. Construyo conversaciones, paisajes, besos, saludos y despedidas; todo con un fin desconocido. Así como un mecanismo de defensa que busca protegerme del tedio y de la decepción nacida de las horas perdidas.
Cuando hace calor también recuerdo mis veranos pasados, violados por el aburrimiento y las tristes historias que terminan al llegar marzo. Memorias relacionadas con el luto por sueños construidos en mis horas de ocio veraniego. Esas fantasías donde figuran fotografías de personas. Algunas de ellas sonriendo mientras ocultan una navaja, y otras con tristes rostros que ríen por dentro, mofándose de mi inocencia.
Una dulce nostalgia me ataca cuando las temperaturas se disparan. Quizás es porque mi mente recrea momentos pasados en que aposté por personas, sueños, ideas o situaciones en general. Y es en verdad frustrante pues las fichas se me acabaron, pero no las ganas de apostar.
 

El No-Diario © 2008. Chaotic Soul :: Converted by Randomness