30.12.09

Adiós momentáneo

En menos de 12 horas me regiré por un código postal distinto. Sentiré los kilómetros pasar debajo de mi débil cuerpo. Y aunque mi viaje sea sólo por unos pocos días, espero que sean los suficientes como para quitarme este malestar desagradable del estómago. Es esa ansia maldita, ese miedo, esa mezcla de sentires que no deberían ser, pero que mi ser masoquista potencia a no poder más. No sé si lo hará en busca de inspiración. Sencillamente no lo sé. Pero lo hace, y quiero dejar de depender del café para bajarles la intensidad.

Hoy no quiero, ni puedo, escribir bien. Tengo demasiados parches y censuras como para hacer que esto suene bien. Sólo quiero viajar, y bajar la ventana para que el viento me vaya desprendiendo las heridas de la cara. Lamentablemente no puede quitar las internas, pero algo es algo.

29.12.09

Bigtime

Un día, caminando por Providencia, se me pegó un chicle en el zapato. Recuerdo haber mirado mi zapato y después al cielo, pero no pude ver nada porque la obra gruesa del abandonado Costanera Center me tapó la vista. El chicle tenía una piedra preciosa incrustada que con el paso del tiempo se cayó. Sin embargo, el chicle sigue ahí, estóico.

28.12.09

Sumatoria de días

Los años pasaron, llevándose con ellos un buen puñado de historias y emociones. Hubo notas de relleno, insertos mal hechos que llenaron de eco espacios hambrientos, ansiosos de colorear mis paredes blancas. Y fue la ansiedad la culpable de muchos errores, la compra de pinturas de mala calidad, que resultó en paredes descascaradas y uno que otro dolor en el pecho.
Sin embargo, hubo también notas cálidas, rebosantes de alegría, furores de vida que se extinguieron y dejaron un humo en el que puedo encontrar un pequeño refugio: la satisfacción de tenerlas en mi biblioteca de recuerdos. Y el deseo de volver a escucharlas en otras dimensiones y tonos, acompañadas de atardeceres distintos, y de veredas que aún quedan por recorrer. Porque la ciudad no es tan pequeña, y guarda celosa entre sus avenidas, por ahí en las calles con nombre de flor y concepto abstracto, barrios que brillan todavía.
Un canto retrospectivo nunca está demás. A él le debo toda mi compleja estructura, y siento que tengo que incrustarle más letras, a fuerza de cañón, así como me gusta a mí.

17.12.09

Agente 777

Eventualmente ser un detective privado/público es mi único deseo. Privado por anónimo; soy capaz de convertirme en una sombra y escarbar con mis propias manos y uñas en la información más privilegiada (Dios me libre de hacerlo al estilo Piñera), justo detrás de los velos tradicionales. Y público porque me gustaría ser un Robin Hood del siglo XXI, un encapuchado que ofrezca sus servicios a aquellos que lo necesitan, recibiendo la máxima de las satisfacciones en forma de un vaso de leche y una galleta (aprovechando que estamos en el período navideño occidental). Un Batman no fascista, cuyas armas no fueran el dinero sino la simple información y las buenas intenciones. ¿Quién no se cansa de que le vean la cara de imbécil?
Imagínese usted cuántas mentiras podría encontrar en esta sociedad de máscaras roñosas y mal
hechas.

Denuncia a horas (y deshoras): un periodista puto... o un puto periodista.

Remecer las vidas armadas, violarlas con la verdad y dejarlas llorando en un rincón oscuro de Santiago Centro, donde la humedad cobija, y los hongos se pegan para no irse más.
Busco exposición a la verdad, a la realidad, para que después tengamos los cojones de hacer de nuestras evasiones personales, utopías radiantes con propiedades curativas, un sendero semejante a las alamedas abiertas por Allende, y cerradas abruptamente por la mojigatería extrema de quienes condenaron a los que se atrevieron a hacer lo que ellos no.

14.12.09

Noche pegajosa de verano

Y de pronto todo dejó de tener sentido, como una palabra dicha muchas veces. Un parásito mental se comió mis ideas, las infectó de tal forma que no me quedaran palabras que decir... y lo logró.

10.12.09

disección emocional posmoderna

La luz de la pantalla hace ver
mis manos pálidas,
como una foto
a la que le exprimieron
sus colores y sonrisas.

Coméntame facebook, linda,
tengo unos links
que te pueden interesar.

Barricadas sortedas
por el psicópata y morboso
usuario que logró hallar algo
entre fotos y comentarios:
una aguja en un pajar,
un rasgo humano.

Emociones monocromáticas,
frases opacas,
acero que destruye
ventanas y puertas,
invita a los intrusos
¡a ultrajar tu hogar!

Entrada por prenda,
dice el reglamento,
y es ahí cuando
tú, yo y millones más
nos reconocemos
desnudos
y nos disponemos
a hacernos daño.

5.12.09

Megalómano

Con tenedor y cuchara esculpí un cuerpo.
Figura irregular como alambre usado,
y una boca que calla su hambre;
nadie se puede comer a sí mismo.

Dedos tiesos, duros, que rodean la pierna
tonificada de otro cuerpo:
generación espontánea en la geografía alba
de mi plato.

Ojos ansiosos.
Movimiento infantil y tosco
que quita el hambre,
y remonta a días en que no se jugaba
con la comida.

Supremacía humana, una vez más.
Creé mi propio mundo,
y sin darme cuenta
ya lo estaba digiriendo.
 

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